Los berrinches son comportamientos emocionales intensos y desafiantes que suelen manifestarse en niños, especialmente en la etapa de la primera infancia. Si estás pasando por esta situación y quieres aprender a controlarlos, no te preocupes, aquí te damos algunos tips para que sepas cómo hacerlo.
Estos suelen involucrar llanto, patadas, gritos, resistencia y, a veces, comportamientos impulsivos. Los berrinches son una forma de expresar la frustración, la incapacidad para comunicarse eficazmente o la dificultad para manejar las emociones. Recuerda que los menores apenas están aprendiendo a manejar sus emociones.
A medida que los niños exploran su entorno y desarrollan una mayor autonomía, pueden experimentar frustración cuando se encuentran con limitaciones o reglas impuestas por los adultos. Es importante señalar que los berrinches son una parte normal del desarrollo infantil y no deben considerarse como un comportamiento malintencionado.
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Lidiar con berrinches puede ser un desafío para los padres, pero hay estrategias que puedes emplear para ayudar a que tu hijo deje de hacerlos. Aquí tienes algunos consejos:
Mantén la calma
Es fundamental que tú mismo te mantengas calmado. Si respondes con enojo o frustración, es probable que la situación empeore. Respira profundamente y trata de manejar tus propias emociones antes de abordar el berrinche de tu hijo.
Dale a tu hijo opciones para que se sienta más en control. Por ejemplo, puedes ofrecerle dos opciones de merienda o dos juegos para jugar. Esto le da una sensación de autonomía y reduce la posibilidad de un berrinche.
Comunicación
Habla con tu hijo de una manera clara y calmada. Asegúrate de que comprenda que entiendes sus sentimientos, pero explícale que los berrinches no son la forma adecuada de comunicarse. Anima a tu hijo a expresar sus emociones de manera verbal y enséñale palabras para describir lo que siente.
Establece límites y expectativas
Define reglas claras y establece expectativas realistas para el comportamiento de tu hijo. Asegúrate de que entienda las consecuencias de sus acciones. Ser consistente con las reglas y las consecuencias ayuda a que tu hijo comprenda lo que se espera de él.
Refuerza positivamente el buen comportamiento. Celebra y recompensa a tu hijo cuando se comporte de manera adecuada. Esto refuerza la conexión entre el buen comportamiento y experiencias positivas. Recuerda que cada niño es único, y puede llevar tiempo encontrar la estrategia que funcione mejor para tu hijo. Si los berrinches persisten o son intensos, considera consultar con un profesional de la salud infantil o un psicólogo para obtener orientación adicional.