La ansiedad es una emoción que se hará presente durante la etapa de la adolescencia de tus hijos, por lo que es esencial que sepas cómo abordar esta nueva sensación con ellos para que puedan trabajar de manera positiva las situaciones que puedan desencadenar esta displacentera emoción, por lo que antes de enfrentar esta situación con preocupación, es mejor hablar con ellos respecto a su inteligencia emocional.
La inteligencia emocional es la herramienta principal que te ayudará a abrir un espacio de confianza con tus hijos, enseñándoles a reconocer, regular y comprender tanto sus emociones como las emociones de todos los que los rodean, trabajando en conjunto para que la ansiedad no se convierta en un problema.
Toma nota de todos los tips que debes seguir para apoyar a tus hijos cuando se presenta la ansiedad en su desarrollo, así podrás crear una mejor conexión con ellos durante una etapa muy importante en su crecimiento, lo que les ayudará a comunicar eficazmente y empatizar con los demás en un punto de crisis, transformando su personalidad de manera positiva frente a los conflictos.
Así es como puedes hablar con tus hijos sobre la ansiedad
Hablar de ansiedad con tus hijos puede ser una tarea complicada, en especial si se encuentran atravesando la complicada adolescencia, sin embargo no debes rendirte y mucho menos alejarte ya que aunque no lo parezca en este punto es cuando más te necesitan, por lo que puedes seguir estos sencillos consejos para poder entablar una sana comunicación con ellos para abordar temas tan delicados como su salud mental.
- Motívalos a abrirse contigo sobre sus miedos y preocupaciones.
Es importante que dentro de las pláticas que tengas con tus hijos les des la seguridad de que están en un espacio donde la empatía es clave, por lo que en lugar de mostrarte autoritario es mejor acercarse de un punto más amoroso para que se sientan con la confianza de compartirte todas sus inquietudes sin miedo a recibir un castigo, desde esta mirada podrás ampliar el canal para hablar con ellos sobre lo positivo y negativo de sus acciones, evitando las preocupaciones que provocan la ansiedad.
- Mantén una escucha activa y deja que ellos guíen la conversación.
En todo momento debes mostrarte como una persona que está dispuesta a escuchar su punto de vista, aún cuando creas que no están en lo correcto, así se sentirán mucho más libres de hablarte de aquellas situaciones, acciones o pensamientos que podrían estar desencadenando su ansiedad, de tal forma que tengas el mayor contexto posible para poder brindarle un apoyo frente a esta emoción.
- Explícales la ansiedad como una emoción más, no como algo negativo.
Al igual que el resto de emociones, la ansiedad será una sensación que tus hijos experimentarán durante su adolescencia, por lo que es clave ayudarles a visibilizar esta emoción como parte de su personalidad, quitando por completo la connotación negativa, sin embargo también debes aclarar que aunque es normal, es importante regularla y trabajar para evitar que se transforme en un problema durante su desarrollo.
- Pon atención a su comportamiento frente a la idea de la ansiedad.
Si notas que tus hijos se muestran cada vez más preocupados, podría tratarse de una manifestación de su ansiedad, por lo que debes estar consciente del cambio en su comportamiento para poder ayudarlos de la mejor forma posible, además puedes apoyarte en un psicólogo para que sea parte de la red de apoyo de tus adolescentes durante este momento de su crecimiento.
- Trabaja con ellos las herramientas para manejar su ansiedad.
Finalmente debes trabajar en casa con los ejercicios que mejor se acomoden con tu hijo cuando se presente esta emoción, los más efectivos son los ejercicios de respiración, los cuales puede hacer de forma individual en cualquier momento de su día, convirtiéndose en su mejor herramienta.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es un estado emocional que se caracteriza por un malestar sentimental que también puede traducirse a una incomodidad física. En la mayoría de los casos es una consecuencia ante una situación de estrés ya sea directa o indirecta, lo que desencadena síntomas como inquietud, inestabilidad, nerviosismo, sudoración, aumento en el ritmo cardíaco, náuseas, falta de aire, entre otras.
Ayudar a tus hijos a reconocer sus emociones como es el caso de la ansiedad es importante durante su desarrollo, de esta forma podrán trabajar en conjunto las soluciones para poder salir de un momento de tensión. Recuerda que hablar con ellos y mantenerte presente en sus vidas es un elemento que no puede faltar en su adolescencia, siendo muy comprensivo y empático con lo que piensan y sienten en este punto de cambio.